Sociocultural mexicana

El aspecto sociocultural es una critica sobre el enfoque cultural en una determinada sociedad en el distrito federal se tiene un desarrollo social muy variado por la multiculturalidad en ello intervienen aspectos de religión y etnias que dan parte de la cultura de la entidad.

Al igual que en otras entidades el distrito federal tiene una sociedad regida por leyes pero no pierden las constumbre que formaron al pueblo y que los identifica como “chilangos” a continuación se presenta algunos aspectos socioculturales que tiene la entidad desde el lenguaje, etnias, deportes , religiones. Aspectos de la cultura como festividades museos etc.


Zona metropolitana

Como consecuencia del crecimiento demográfico del Distrito Federal, en la década de 1970 los municipios mexiquenses aledaños al Distrito Federal quedaron conurbados a la zona urbana. Su integración en la zona metropolitana está relacionada con su condición de zonas industriales, condición que atrajo a buena parte de los migrantes que llegaron al valle de México por aquella época. En 1990 se definió que la ZMCM abarcaba las dieciséis delegaciones del Distrito Federal mas treinta y ocho municipios del estado de México. La más reciente definición, aprobada por el gobierno local, los gobiernos estatales de México e Hidalgo y el gobierno federal, definieron la Zona Metropolitana de la Ciudad de México como el área urbana formada por las 16 delegaciones del Distrito Federal, 40 municipios conurbados del estado de México y uno del estado de Hidalgo. Está definición es positiva en el sentido de que todos los municipios están conurbados o cumplen con los requisitos de integración económica y social. También se aprobó la definición de la Zona Metropolitana del Valle de México, integrada por otros 18 municipios del estado de México (en total 58), como definición normativa, es decir, integrada por algunos municipios que todavía no se han conurbado, pero que dada la dinámica de crecimiento poblacional y geográfico, quedarán integradas en el futuro próximo.


Grupos étnicos

La mayor parte de los habitantes de la ciudad son mestizos (gente con descendencia mixta de europeo e indígena). A pesar de que en números relativos la población indígena no representa más del uno por ciento del total de la población capitalina, el Distrito Federal es el ámbito de población amerindia más amplio de México y de América con más de 360.000 indígenas de casi todas las etnias del país. El mayor de los grupos étnicos que habitan en el Distrito Federal es el de los nahuas. Otros grupos indígenas que habitan en el Distrito Federal no son nativos de la región. Las comunidades indígenas migrantes más amplias de la Ciudad de México son los mixtecos, otomíes, zapotecos y mazahuas, aunque se encuentran también los tlahuicas, purepechas y grupos de origen maya. Las delegaciones con el mayor número de indígenas son: Milpa Alta, Xochimilco, Tláhuac, Iztapalapa y Cuauhtémoc.

Suele ocurrir que las generaciones de indígenas nacidos en la Ciudad de México se asimilen a la cultura cosmopolita dominante, aunque en las dos últimas décadas se observan movimientos reivindicativos de las culturas indígenas capitalinas. La mayor parte de los indígenas que viven en el Distrito Federal ha abandonado el uso de su lengua vernácula, que reserva sólo para ciertos ámbitos de la vida doméstica.

Producto de la inmigración de origen internacional, el Distrito Federal también alberga la mayor parte de los extranjeros que radican en México. Las comunidades más amplias son los españoles, la estadounidense, la argentina, la colombiana, la francesa, la alemana y la libanesa, que forman el resto de la población capitalina formando un muy pequeño porcentaje.


Lenguas

Como en todo México, el idioma dominante en el Distrito Federal es el español. Éste es hablado por la inmensa mayoría de los habitantes de la capital. La gran diversidad étnica en el Distrito Federal deriva en una gran diversidad lingüística. Prácticamente todas las lenguas indígenas de México son habladas en la Ciudad de México, sin embargo, las mayoritarias son el náhuatl, el otomí, el mixteco, el zapoteco y el idioma mazahua.


Religiones

La mayor parte de los capitalinos profesa la religión católica. Por lo menos han sido bautizados como tales, aunque a efectos de la pregunta expresa de cuál es la religión que practican, muchos suelen decir que son creyentes, esto significa que se consideran adeptos al catolicismo, pero no son practicantes regulares. El número de católicos en el Distrito Federal se ha reducido en números importantes. Mientras que hacia la década de 1960, más del 90% de la población del Distrito Federal profesaba está religión, al inicio del siglo XXI, la proporción es de apenas 80%.

A costa de esa población, se han incrementado las comunidades de personas que no profesan ninguna religión y las religiones judeo-cristianas y evangélicas. De estas últimas, el primer lugar en el año 2000, corresponde Testigos de Jehová. Las denominaciones pentecostales tienen amplia difusión, sobre todo en las regiones marginadas del oriente del Distrito Federal (Tláhuac e Iztapalapa).

En paralelo a los cultos y religiones anteriores, han florecido en la capital mexicana otros menos ortodoxos, que recogen tradiciones populares no reconocidas como válidas por la Iglesia Católica. Entre ellos está el culto a la Santa Muerte, que tiene su centro en la zona de Tepito y La Merced. Hay practicantes de Santería de origen afroantillano así como chamanismo procedente principalmente de Oaxaca y Veracruz.

También la ciudad cuenta con la mayor comunidad judía del país y con una muy pequeña comunidad musulmana.

Sede de varios de los principales escenarios de la cultura mexicana, el Distrito Federal es también un punto en el que se encuentran expresiones culturales de las diferentes regiones y grupos étnicos que forman parte de la nación. No obstante ser el ámbito urbano más extenso del país, en la ciudad de México las expresiones culturales milenarias conviven al lado de los símbolos de la modernidad. Cabe destacar que es una de las ciudades en el mundo con un elevado número de Teatros y la primera en número de Museos.

Un ejemplo de los nuevos escenarios es el Muac, primer museo público de arte contemporáneo en México. Se ubica en el Centro Cultural Universitario, dentro de Ciudad Universitaria de la UNAM, concebido de forma integral, en su arquitectura, gestión, museología, interpretación, para el arte contemporáneo.


Festividades y otras expresiones de la cultura popular

El Distrito Federal es sede de importantes festividades a nivel nacional, que van desde la secular celebración del Día de la Independencia en el Zócalo hasta festividades de orden religiosa como la Representación de la Pasión de Jesús en Iztapalapa, el Día de Muertos en Míxquic o las peregrinaciones a la Basílica de Guadalupe. Todos estos sucesos atraen a cientos de miles de personas procedentes de todo el país y del extranjero a la capital. Algunas demarcaciones tienen calendarios saturados de festividades populares, como Milpa Alta cuyo número alcanza la cifra de setecientas fiestas anuales. Al lado de las tradiciones nativas del Distrito Federal, la inmigración ha contribuido a la integración en la cultura capitalina de eventos como la Guelaguetza, impulsada por los migrantes oaxaqueños; o bien, la celebración del Año Nuevo Chino. A finales del siglo XX y principios del XXI, la globalización ha permitido la proliferación en la capital de expresiones extranjeras que se han mezclado con las preexistentes. Así, por ejemplo, es posible observar la iconografía del Halloween en los altares de muertos; grafitis introducidos por los migrantes que volvieron, y que forman parte del paisaje urbano del Distrito Federal; o bien, las incontables reelaboraciones del rock que realizan grupos capitalinos, comerciales y subterráneos.

Aunque el Distrito Federal no destaca por su producción de artes populares, es posible en sus calles, mercados y otros sitios creados especialmente para el comercio de artesanía encontrar una gran variedad de productos venidos de diversas partes del país, a los que se han sumado otros provenientes de Asia y países como Guatemala y Ecuador. De la producción local, hay que señalar la producción textil de San Miguel Topilejo (Tlalpan).

La ciudad de México cuenta con una gran tradición oral, que va desde los muy antiguos mitos como La Llorona que supuestamente estaría relacionado con la Cihuacóatl mexica; hasta la leyenda, muy difundida en los hospitales capitalinos, de La Planchada que versa de una enfermera espectral que sana milagrosamente a los muertos desahuciados de los que cuida.


Parques y bosques

La ciudad de México cuenta con diversos parques y bosques, algunos de reserva natural protegida, que hacen un alto contraste con edificios y árboles, algunos de los principales parques y bosques ubicados en toda la Zona Metropolitana de la Ciudad de México son:

  • El Bosque de Tlalpan.
  • El Bosque y Zoológico de Chapultepec (siendo este el más grande de Latinoamérica).
  • El Bosque de Aragón.
  • El Bosque de Coyotes
  • El Parque Hundido.
  • Parque Xochimilco.
  • El Cerro de la Estrella.
  • El Parque Nacional Desierto de los Leones.
  • Cumbres del Ajusco.
  • El Parque Natural Sierra de Guadalupe.
  • Existen 4 parques o jardines llamados alameda, los cuales están en los 4 puntos de la ciudad: Norte, Sur, Oriente y Poniente
  • El Parque Tezozómoc.
  • Bosque los Dínamos

De igual manera, existe una gran cantidad de parques, plazas y jardines en toda la ciudad, con una belleza extraordinaria todos y cada uno de ellos.


Patrimonio artístico

De antigüedad milenaria, el patrimonio cultural de la ciudad de México contiene muestras significativas de las culturas que se han sucedido en el tiempo en su territorio. Los sitios arqueológicos en el Distrito Federal son muchos, aunque algunos de ellos son prácticamente desconocidos. Entre los más importantes hay que señalar a Cuicuilco, que posee la construcción más antigua de la entidad, y el Templo Mayor. En este último sitio se han encontrado piezas de estatuaria magnífica, como la estatua de Coatlicue o la Piedra del Sol, dos iconos representativos del arte mexica precolombino. Y aunque con la conquista se interrumpió la producción literaria de los pueblos nativos, algo de ella ha subsistido hasta nuestros días a través de las crónicas coloniales, que han sido investigadas y traducidas por autores como Ángel María Garibay K. y Miguel León-Portilla.

Aunque la colonización española significó la desaparición del modo de vida de los mesoamericanos, también implicó el punto de partida en la formación de la cultura mexicana de nuestros días. En aquel tiempo tuvo lugar un proceso de mestizaje que se observó desde el idioma hasta las expresiones artísticas. Por ello, y sobre todo en el siglo XVI, la plástica y la arquitectura de la ciudad de México y los pueblos aledaños —notablemente Xochimilco— fue mezclando elementos indígenas y europeos. El Centro Histórico de la Ciudad de México se llenó de grandes construcciones a lo largo de su historia, al grado que existen ahí 1.436 edificios históricos repartidos en 9 km² superficie, muchos de ellos de origen colonial. Esto ha valido para que el centro histórico fuese declarado Patrimonio cultural de la Humanidad por la Unesco. En otros sitios del Distrito Federal fueron construidas edificaciones religiosas —como el convento de La Asunción en Milpa Alta, la Catedral de Xochimilco o la Antigua Basílica de Guadalupe— y seculares —como el Castillo de Chapultepec o el Ayuntamiento de Coyoacán—. En la literatura, figuras como Sor Juana Inés de la Cruz y Carlos de Sigüenza y Góngora dieron brillo a las letras en lengua española. El siglo XIX fue una época de constantes conflictos nacionales. Por ello, en la primera mitad de la centuria, no se ejecutaron grandes obras arquitectónicas en la ciudad ni en sus inmediaciones. En contraste, el gobierno porfirista se empeñó en modernizar la ciudad, y para ello adoptó la moda arquitectónica francesa de la que son ejemplos el Palacio de Bellas Artes, el Palacio Postal y las colonias de clase media que se desarrollaron en el tiempo aquél, como la Roma y Santa María la Ribera. En el siglo XIX, la Academia de San Carlos formó a muchos de los arquitectos y pintores mexicanos más representativos de la época, entre los que hay que señalar la obra pictórica del mexiquense José María Velasco, productor de una amplia colección de estampas del paisaje decimonónico del Distrito Federal. En la literatura destaca la novela El Periquillo Sarniento, de Lizardi, la obra de los escritores liberales de la Reforma y poetas modernistas del Porfiriato como Manuel Gutiérrez Nájera.

Luego de que la Revolución se instaló en el poder, los gobiernos emanados de ella en la primera mitad del siglo XX se dieron a la tarea de fomentar la cultura como un mecanismo de legitimación. Obras arquitectónicas como el Edificio La Nacional (que fue el primer edificio de más de 50 metros habitable) en la ciudad, el Edificio El Moro, Torre Anáhuac, Torre Latinoamericana, Edificio Miguel E Abed, Torre Insignia y la Torre de Tlatelolco pretendían dar una imagen de una ciudad moderna. Se construyeron obras públicas como la Ciudad Universitaria y se entubaron los ríos que pasaban por la zona central del Distrito Federal. Pero fue especial el desarrollo del muralismo mexicano con clara vocación socialista, entre cuyos principales representantes se encontraban Rivera, Siqueiros y Orozco. El muralismo se proponía el desarrollo de un arte que sirviera público para instruir a las clases trabajadoras. Aunque no participó del movimiento muralista, también hay que llamar la atención a la obra de la coyoacanense Frida Kahlo, compañera de Rivera, que alcanzó fama mundial especialmente en la década de 1990; y a la de la catalana Remedios Varo, exiliada española cuya producción más importante fue producida en México.

Durante la segunda mitad del siglo XX y a principios del siglo XXI, han sido numerosos los proyectos de renovación de la arquitectura en la capital. Entre ellos hay que señalar la construcción de Ciudad Santa Fe, la Torre Pemex, la Torre Prisma, Torre del Caballito, la Torre WTC, la Torre HSBC, la Torre Libertad, la Torre Mayor y la Plaza Juárez, obras que están destinadas al alojamiento de sedes de importantes corporativos económicos y dependencias gubernamentales. En la escultura y la pintura, a partir de 1970 hubo un rompimiento con las tendencias nacionalistas y el compromiso político del muralismo mexicano, cuestión en la que mucho tuvo que ver la crítica que José Luis Cuevas planteara en su texto La cortina de nopal. Por su parte, los escritores han intentado acercarse más a las cuestiones de la vida cotidiana, los problemas urbanos, pero también han convertido a la capital en escenario de las más variadas historias de ficción. Entre los ejemplos más representativos, hay que señalar a La Onda, las crónicas de Monsiváis o la poesía de Efraín Huerta.

En 1987, la Unesco inscribió al Centro Histórico y a Xochimilco en la lista del Patrimonio de la Humanidad,honor que se repitió para la Casa-Taller de Luis Barragán en 2004 y para el campus de la Ciudad Universitaria de la UNAM en 2007.


Gastronomía

En la ciudad de México es posible encontrar una amplia gama de alimentos. Existen zonas especializadas en la oferta de comida preparada, como el caso de la colonia Condesa, donde han proliferado los pequeños restaurantes y cafeterías. En otros sitios de la ciudad es posible encontrar restaurantes internacionales y de alta cocina, representando las tradiciones culinarias de países tan diversos como Francia, Italia, Portugal, Polonia, España (incluyendo las cocinas regionales de Castilla, Asturias, Galicia y el país Vasco), Tailandia, Japón, Corea, China, Marruecos, Líbano, Perú, Argentina y Brasil. Desde luego, también existen importantes establecimientos dedicados a la gastronomía mexicana de todas las regiones del país.

En lo que respecta a la gastronomía local, ella misma es un resumidero de las tradiciones culinarias del país. La antigua tradición gastronómica del Valle de México ha venido desapareciendo, acompañada por una creciente dificultad para conseguir los ingredientes que eran nativos de la cuenca lacustre. En la actualidad, conseguir ahuautle —hueva de mosquitos lacustre— es prácticamente imposible, amén de los patos silvestres y las guías de calabaza que eran básicas en la gastronomía de Iztapalapa. El mixmole —mole de pescado— que se prepara en Míxquic ha tenido que sustituir las lenguas de vaca —una especie de quelite— por acelgas y los pescados nativos, por carpas.

Por otra parte, el Distrito Federal es sede de eventos gastronómicos de envergadura nacional como la Feria Nacional del Mole que se celebra durante las tres primeras semanas de octubre en San Pedro Atocpan (Milpa Alta).


Deportes

En el Distrito Federal se alojan algunas de las instituciones deportivas más importantes del país. Es la sede del Comité Olímpico Mexicano, de la Escuela Nacional de Educación Física y de la Escuela Nacional de Entrenadores Deportivos. Cuenta con varias unidades deportivas, de entre las cuales la mayor es La Magdalena Mixiuhca, construida en lo que fueron los ejidos del pueblo del mismo nombre (en Iztacalco). Justo es en este espacio donde se encuentran instalaciones como el Autódromo Hermanos Rodríguez, el Foro Sol, el Palacio de los Deportes, el Velódromo Olímpico y la Sala de Armas. En otras partes de la ciudad se encuentran una Alberca y Gimnasio Olímpicos (Benito Juárez), la Pista Olímpica de Canotaje (Xochimilco), así como tres estadios de fútbol (o fútbol, sin acento escrito, que es como suele escribirse en México): el Azteca, el Azul y el Olímpico Universitario.

La ciudad de México fue sede en 1968 de los Juegos Olímpicos, en los que la delegación deportiva nacional cumplió la mejor actuación de su historia, con nueve medallas en total. Fue además la única ciudad latinoamericana sede de unos juegos olímpicos.

En 1970 y 1986 también fue una de las ciudades mexicanas en las que se realizaron los partidos de las dos copas mundiales, donde se incluyeron los dos juegos de la final. Fue, junto con Roma, la única ciudad sede de dos finales. La ciudad de México es la ciudad con más partidos de Copa Mundial de Fútbol (24).

Además, ha sido sede de los Juegos Panamericanos en 1955 y 1975, de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1926, 1954 y 1990, así como de la Universiada de 1979.

La ciudad de México es la sede de algunos equipos de primera división de la Liga mexicana de fútbol: Club América, Cruz Azul, Pumas de la UNAM. Dentro de la ciudad está el Estadio Azteca, sede del Club América y de su filial el Club Socio Águila F.C., con capacidad de hasta 110.000 espectadores.

El Distrito Federal también es sede del mejor equipo en la historia de la Liga Mexicana de Béisbol: los Diablos Rojos del México, los cuales han ganado 14 títulos y juegan en el Foro Sol de la Ciudad Deportiva.

La NASCAR organiza desde el 2005, la competencia anual Busch Series races en el Autódromo Hermanos Rodríguez, dentro de la ciudad.

En abril de 2008 se disputó en el Campo Marte de esta ciudad el Campeonato Mundial de Polo, que es la cita máxima del polo a nivel selecciones nacionales.

En cuanto a fútbol americano, la Ciudad es sede de los legendarios equipos de Liga Mayor Pumas CU UNAM, Águilas Blancas del IPN y Burros Blancos IPN, que compiten en la Conferencia del Centro de la ONEFA. Adicionalmente, también se encuentra aquí el equipo de Borregos Salvajes del ITESM Ciudad de México, única escuadra capitalina que participa en la Conferencia de los 6 Grandes en la lucha por el campeonato nacional de este deporte.

En 2005, la ciudad de México se convirtió en la primera ciudad en ser sede de un partido de temporada regular de la NFL fuera de los Estados Unidos, partido jugado en el Estadio Azteca. Los 103.467 espectadores que asistieron a este partido es la cifra más alta en toda la historia de la NFL para un juego de temporada regular.


Población

8.839.361


Sociedad

• Grupos étnicos: La mayor parte de los habitantes de la ciudad son mestizos (gente con descendencia mixta de europeo e indígena).
En el Distrito Federal hay un grupo de población amerindia más amplio de México y de América con más de 360.000 indígenas de casi todas las etnias del país.

• Lengua: La gran diversidad étnica en el Distrito Federal deriva en una gran diversidad lingüística como son: el náhuatl, el otomí, el mixteco, el zapoteco y el idioma mazahua.

• Religión: La mayor parte de los capitalinos profesa la religión católica. También la ciudad cuenta con la mayor comunidad judía del país y con una muy pequeña comunidad musulmana


Universidades

Hoy en día la carrera de medicina es una de las más saturadas, en toda la República Mexicana y fuera de ella también lo es, por lo que, pondremos unos datos estadísticos que reflejan lo ya dicho.

3 Universidades en Puebla que ofertan la carrera de Medicina:

UPAEP

BUAP (Facultad de medicina)

BUAP (Plantel Tehuacán)

Instituto de Estudios Superiores de Tepeaca.

En cuanto a la oferta y el egreso de algunas Universidades son:

(Nombre de la Universidad, Oferta y egreso).

UNAM 560 450

IPN 350 280

UASLP 120 80-90

El nivel académico de una escuela o facultad de medicina se mide de acuerdo al porcentaje de sus egresados que presentan un examen a nivel nacional para poder ser especialistas o residentes, llamado ENARM, por sus siglas, algunos de los porcentajes de las mejores universidades y otras son:

SEDENA 99%

UNAM 40%

IPN 25%

UASLP 75%

BUAP 18%


Globalización.

Podemos definir a la globalización como un fenómeno o proceso de cambio el cual sufre el hombre junto con todo su entorno, es decir , la sociedad, política, cultura y tecnología; aunque este cambio debe ser general, es decir, lo que respecta a la mayoría, aunque no necesariamente es bueno, pero ciertamente presenta muchas ventajas ya que facilita todo lo indispensable para una comunidad como el comercio, la interacción social, avances tecnológicos, etc. pero algunas veces puede afectar a países que carecen de una buena estructura socioeconómica, es decir, los países de tercer mundo y en cierta medida a los países subdesarrollados.


Economía

El Distrito Federal ha sido, durante buena parte de la historia del México independiente, su principal centro económico. En el siglo XIX, las municipalidades periféricas de la entidad poseían una economía basada en la agricultura y el comercio de los bienes producidos por esta actividad y otras manufacturas complementarias. Tanto los productos agropecuarios como los obrajes eran bienes de consumo cuyo principal punto de comercio era la Ciudad de México. Ésta, por su carácter de capital nacional, se especializaba en la prestación de servicios asociados a la administración pública. Algunos de sus habitantes también eran trabajadores agrícolas, pero casi todos ellos estaban concentrados en los sectores de servicios y la incipiente industria.

Durante el siglo XIX, las principales actividades industriales en el Distrito Federal fueron las ramas textil y papelera. A finales de ese siglo, durante el gobierno porfirista se introdujeron telares mecánicos en fábricas como La Magdalena o La Fama,en tanto que la producción papelera florecía en Peña Pobre y Loreto. La industria capitalina se transformó hasta bien entrado el siglo XX, cuando se promovió un modelo de sustitución de importaciones. Entre las décadas de 1950 y 1980, el Distrito Federal llegó a producir hasta el 36% del PIB nominal nacional. Sin embargo, desde entonces el Distrito Federal ha perdido importancia en el PIB nacional: al principio del siglo XXI, sólo representaba el 25% del total.

Igualmente, el Distrito Federal daba empleo al 45% de los trabajadores de la industria manufacturera en México en el año 1980, pero una década más tarde, la proporción había caído hasta 33%. De las quinientas empresas más importantes del país, en 1982 albergaba a 257 de ellas. Siete años más tarde sólo permanecían en la capital mexicana ciento cuarenta y cinco.

El retroceso de la actividad industrial en el Distrito Federal implicó, por una parte, el crecimiento en términos relativos de los ingresos aportados por el sector terciario (de servicios), y por otra parte, también se reflejó en el crecimiento de la economía informal en la ciudad. A pesar de todos esos retrocesos, después de la crisis de la economía mexicana de la década de 1980 y 1990, el Distrito Federal fue una de las pocas entidades federativas cuya participación en el PIB nacional mejoró. Pasó de 21% en 1988 a 23% en 1996. Además, el ingreso per cápita se incrementó, debido en parte a la contracción demográfica resultado del terremoto de 1985.


Industria

El Distrito Federal y su zona metropolitana han experimentado un proceso de descentralización de la actividad industrial de transformación a partir de los últimos años de la década de 1980. Este proceso fue estimulado por el gobierno federal en virtud de los peligrosos niveles de contaminación que se alcanzaron en esos años, así como a los problemas urbanos derivados de la alta concentración demográfica que tuvo en la expansión industrial capitalina uno de sus principales incentivos. La mayor parte de la industria se ha trasladado hacia ciudades cercanas como Toluca, Santiago de Querétaro y Puebla de Zaragoza. La descentralización industrial del Distrito Federal ha favorecido el crecimiento de está actividad en otros estados, especialmente los del norte, en donde a partir de la década de 1990 se establecieron nuevas empresas maquiladoras.

Según datos de la Secretaría de Desarrollo Económico del Distrito Federal (Sedeco-DF), la entidad cuenta con cincuenta y cuatro zonas industriales, y de su superficie total, 2.578 Ha son destinadas para uso industrial. El PIB industrial capitalino representa el 16,32% del total de la producción industrial de México, y alcanzó un valor de MXN $50.768.867.000 en el año 2004. Esto representa una contracción en términos absolutos y proporcionales con respecto a los resultados de 1999, cuando la capital participaba con el 18% del producto industrial nacional, con valor de más de 55.000 millones de pesos mexicanos.




https://tallerdeformacion.wordpress.com/category/aspecto-sociocultural-en-mexico/#:~:text=El%20aspecto%20sociocultural%20es%20una,la%20cultura%20de%20la%20entidad.



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